domingo, 14 de septiembre de 2014

Himno - Aynd Rand

1ª ed.: 1938
ed. vo.: Anthem
ed. sp.: Himno
auth.: Aynd Rand [ author, leidos ]

"Adoro a los individuos por sus enormes posiblidades como tales, y detesto a la humanidad, por su
incapacidad de estar a la altura de estas posibilidades"

"... estamos haciendo un trabajo que no tiene objeto, salvo el deseo de hacerlo."

SINOPSIS
(extraido de wikipedia)

La novela, que consta de doce capítulos, cuenta la peripecia vital de un joven de 21 años llamado Igualdad 7-2521, cuya historia conocemos narrada en primera persona por medio de su diario, escrito a la luz de las velas en un túnel bajo tierra. Igualdad describe sus anhelos, su infancia y adolescencia y la sociedad totalitaria en la que vive, situada en un futuro indeterminado, denominado el Gran Renacimiento, cuando los hombres habían descubierto la Gran Verdad. Esta es la gran verdad que deben recitar obligatoriamente los estudiantes, justo antes de irse a dormir:

Nosotros no somos nada. La humanidad lo es todo. Nos es dado vivir gracias a nuestros hermanos. Existimos por ellos, al lado de ellos y para ellos, que son el Estado. Amén.
La lápida frente al Palacio del Consejo Mundial también ilustra el ideario del régimen:

Somos uno en todos y todos en uno. No existen hombres sino solo el gran "Nosotros", uno indivisible y para siempre.
El uso exclusivo de los pronombres plurales (nosotros, vosotros, ellos) para referirse a sí mismo y a otras personas singulares se hace evidente desde el primer momento. También llama la atención el que, pese a estar situada en el futuro, se nos describe una tecnología primitiva, como velas para alumbrarse y carros para transportar el trigo. El personaje principal, Igualdad 7-2521, narra en el diario su infancia y adolescencia. Lo criaron, como a todos los niños en el mundo de Himno, separado de sus padres, en la Casa de los Niños. Después fue transferido a la Casa de los Estudiantes, donde comenzó su educación académica. En el último año, se dio cuenta que había nacido diferente, con una «maldición»: está ansioso por saber más y pregunta constantemente (los maestros llegan a prohibirle interrogar), y se siente poco dispuesto a entregarse a los designios colectivos, lo cual viola los principios sobre los cuales se funda la sociedad en la que vive. Igualdad, que lo que le enseñan se le queda corto, destacaba en matemáticas y en ciencias, y soñaba en convertirse en «estudioso». Sin embargo, el Consejo de Vocaciones, que tiene el poder de imponer a cada persona la profesión a la que iba a dedicarse, le asignó la Casa de los Barrenderos.

Igualdad acepta de buen grado el trabajo de barrendero, dispuesto a arrepentirse por su «transgresión» (su deseo de aprender). Forma grupo de trabajo junto con Internacional-4-8818 y Unión 5-3992. Internacional es excepcionalmente alto, un gran artista (esa es su transgresión, ya que solo la gente elegida para ser artistas puede dibujar) y el único amigo de Igualdad (tener amigos es también un crimen porque, en la sociedad de Himno, uno no puede estimar a uno de sus «hermanos» por encima del resto). Unión, “el de escasa inteligencia” sufre epilepsia.

Sin embargo, Igualdad sigue siendo curioso. Un día, encuentra la entrada a un túnel del metro en su área de trabajo asignada y la explora, a pesar de las protestas de su colega ya que toda acción no autorizada por el Consejo está prohibida. Igualdad se da cuenta de que el túnel pertenece a los «Tiempos Innominados», es decir, previos a la creación de la sociedad de Himno, y siente una curiosidad extrema. Durante las tres horas diarias que disponen para esparcirse, deja al resto de la comunidad en el teatro, entra en el túnel y se dedica a realizar experimentos científicos.

Trabajando un día fuera de la ciudad, en el campo, Igualdad conoce y se enamora de una mujer, Libertad 5-3000, a quien renombra en sus pensamientos (algo prohibido) como «la Dorada».

Continúa su trabajo científico, y redescubre la electricidad y la lámpara incandescente. Decide llevar sus invenciones al Consejo Mundial de los Estudiosos, de modo que reconozcan su talento y le permitan trabajar con ellos. Un reflejo social inculcado le induce todavía a sentir la necesidad de ayudar a sus conciudadanos. Sin embargo, un día descubren su ausencia de la Casa de los Barrenderos y lo arrestan. Lo envían a la cárcel, de la cual se escapa fácilmente (no hay apenas medidas de vigilancia, pues jamás nadie ha osado huir de un correccional), después de haber sido torturado cruelmente.

El día siguiente a su huida, se dirige al Consejo Mundial de los Estudiosos, y les presenta su hallazgo (la electricidad). Los estudiosos se horrorizan, y lo rechazan porque no había sido autorizado por el Consejo y su actitud amenaza con trastornar el equilibrio de su mundo. Cuando intentan destruir su invención, la toma y huye al bosque, fuera de la ciudad. Se trata de la Selva Innominada donde ningún hombre ha osado adentrarse antes por suponerse plagada de fieras.

Después de vivir en el bosque durante algunos días, viviendo de la caza y gozando de la nueva sensación de libertad, Igualdad tropieza con «la Dorada», es decir Libertad 5-3000, que lo ha seguido tras enterarse de su huida. Se abrazan, se aman (el sexo estaba reducido a una actividad anual con fines puramente reproductivos) y se esfuerzan por expresar sus mutuos sentimientos, totalmente nuevos, ya que no tienen conocimiento del pronombre «Yo». Tras largo tiempo vagando por la selva, se encuentran con una extraña casa en las montañas, construida con sofisticada arquitectura y materiales que no habían visto nunca antes (y que suponen construida en un pasado remoto, justamente el tiempo presente del lector), y deciden quedarse a vivir en ella.

Leyendo con fruición los libros de la biblioteca que había en la casa, Igualdad y Libertad descubren en ellos el pronombre «Yo», y entienden el valor sagrado y la individualidad que la palabra que expresa. Se dan nuevos nombres obtenidos de los libros: Igualdad se convierte en Prometeo, y a Libertad la rebautiza con el nombre Gea. Cuando está concluyendo la novela, Prometeo habla del pasado, se pregunta cómo los hombres pudieron haber renunciado a su individualidad y planea un futuro en el cual puedan recuperarlo.

El final del diario (y del libro) revela la «palabra prohibida»: la palabra es «yo».

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